La importancia de la carrera de las 24 horas de Le Mans es enorme tanto en el aspecto deportivo como en el de desarrollo de nuevas tecnologías. Como sabemos, este año, la disputa por el triunfo estará entre Audi y Peugeot con sus respectivas motorizaciones a diésel e inyección directa pero desde sus inicios, las marcas han tenido que innovar para mejorar la eficiencia de sus motores, seguridad para sus pilotos y por supuesto ser más rápidos en la pista.
Recientemente, el diésel ha probado ser una buena alternativa, sobre todo en conjunto con la inyección directa antes probada por Audi en su R8 con el que ganó cinco de los siete años en que compitió. Hoy en día ya encontramos esta tecnología en los modelos turbo de muchas marcas e inclusive en los motores diésel que derivaron se ha logrado reducir considerablemente las emisiones de gases contaminantes y por supuesto, el consumo de combustible, superando en ocasiones a autos híbridos.
Aunque Audi fue el primero en ganar la carrera de 24 horas en el circuito de La Sarthe con un auto propulsado a diésel, no fue el primero en intentarlo. El equipo Delettrez Special corrió con un biplaza de motor diésel las tres primeras carreras de Le Mans después de la Segunda Guerra Mundial sin éxito.
Otros equipos a lo largo de la historia de esta competencia han tratado con diferentes modos de propulsión como turbinas de gas y en el caso de Mazda con motores rotativos – siendo ésta última la única compañía hasta ahora en ganar la disputa con un auto sin propulsión por cilindros en 1991 con el 787B. En 1980, Porsche corrió con un auto impulsado por etanol, llevándose la victoria en su categoría.
Sin duda un avance que se ha aplicado a autos de calle y que tuvo su origen en las 24 horas de Le Mans, es la aerodinámica. Gracias a las extensas rectas del circuito y sobre todo a la llamada Mulsanne de 5.4km de largo, los equipos tuvieron que investigar cómo lograr que sus autos fueran más rápidos en este segmento llegando a velocidades de hasta 404Km/h (récord impuesto por el equipo Welter Racing en 1988) tras muchos años de perfeccionar la forma aerodinámica ideal.
Aunque los autos de calle promedio no llegan a estas velocidades, sí ha influido para lograr superficies más limpias y por consecuencia, más eficientes, logrando ahorros significativos de combustible como en el Volkswagen Polo BlueMotion o velocidades extremas como el Bugatti Veyron con una velocidad máxima de 407Km/h.
Los frenos son una pieza clave para lograr una buena actuación en esta carrera. En 1953, Jaguar incorporó los frenos de disco en el C-Type y gracias a su gran eficiencia, llegaron a los autos de producción y se siguen utilizando hoy en día. En 1955 se vio por primera vez un freno de aire en el Mercedes-Benz 300 SLR, algo que se retomó en el súper auto que fabricaron Mercedes y McLaren, el SLR y en el Bugatti Veyron.
También se han desarrollado otras tecnologías que utilizamos todos los días en nuestros autos como la tracción delantera, las llantas radiales, luces de halógeno, motores turbo e inclusive los limpiaparabrisas.
Visto : Globedia.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario