El objetivo de una aplicación IoT es conectar la realidad y sus objetos físicos con internet y aplicaciones en la nube.
El Internet de las cosas se ha generalizado en muchos sectores, desde la atención médica y la agricultura hasta la fabricación y el transporte. Esto resultó en un mayor desarrollo de aplicaciones móviles de IoT.
Las aplicaciones habilitadas para IoT han revolucionado la forma en que operan las empresas. Por supuesto, una aplicación móvil es solo una parte de la infraestructura de Internet de las cosas. Sin embargo, cuando se combina con los nuevos avances tecnológicos, puede aumentar la productividad, agilizar los procesos y cambiar por completo la forma en que vive o hace negocios.
Las aplicaciones móviles sirven como interfaz central para la interacción humana con los sistemas inteligentes. Por ejemplo, puede administrar una cafetera inteligente a través de una aplicación y hacer café acostado en el sofá; o ver lo que queda en el refrigerador inteligente.
Muchas redes de gasoductos ya están equipadas con sensores de control, y no es suficiente que los ingenieros tengan una sola plataforma de control, deben contar con aplicaciones móviles. De esta manera pueden obtener información actualizada al instante e interactuar con el sistema en el campo.
Las empresas ferroviarias instalan sensores en tramos de vía para monitorear la carga en los rieles. El personal responsable utiliza aplicaciones móviles para analizar los datos en línea, recibir alertas y mitigar problemas, si los hubiera.
Las aplicaciones móviles de IoT permiten a los usuarios:
Supervisar las lecturas de los dispositivos y sensores conectados.
Ver secuencias de video en vivo.
Analizar datos, crear gráficos y generar informes.
Administrar dispositivos (configurar, abrir/cerrar, encender/apagar, activar notificaciones, enviar mensajes y realizar muchas otras acciones).
Las aplicaciones de IoT son igualmente beneficiosas para las soluciones centradas en electrodomésticos inteligentes, dispositivos portátiles, sensores de tráfico y la gestión de nivel empresarial (redes de petróleo y gas, líneas ferroviarias, automóviles autónomos, etc.).