Al menos de vez en cuando, cada uno de nosotros experimenta la frustración de olvidar una contraseña o aparecer en las aduanas sin una identificación. Más preocupante aún, millones de personas pierden dinero y datos privados cada año como víctimas de robo de identidad.
Los expertos en seguridad señalan el reconocimiento facial como una solución fácil de usar y natural para estos problemas. Después de todo, los humanos se identifican rutinariamente por rasgos faciales.
Las aplicaciones conocidas al reconocimiento de rostros hoy se extienden desde el etiquetado automático de fotos en las redes sociales hasta soluciones profesionales como FaceStation que procesan miles de rostros a la vez con una velocidad y precisión asombrosa.
En un mundo que está continuamente cada vez más conectado y vulnerable, la capacidad de tales sistemas para poner un nombre a una cara puede ayudar a oponerse a las amenazas graves, así como crear un valor significativo para las empresas.
La naturaleza de la información proporcionada por el reconocimiento facial hace que la tecnología sea un activo invaluable para las organizaciones policiales y militares. La combinación de poderosos algoritmos y grandes bases de datos es ampliamente utilizada para monitorear áreas de alto valor, señalando a los sospechosos en una multitud, evitando robos a bancos, localizando presos y combatiendo el terrorismo.
En el período 2016-2022, se espera que el comercio de este sector sea de un rápido crecimiento . Algunas de las cadenas minoristas más grandes del mundo, Walmart y Saks, ya han probado los sistemas de reconocimiento facial como una herramienta contra los ladrones. Una vez que las caras de tales delincuentes se guardan en la base de datos, el sistema puede detectarlas en el momento en que pasan el umbral.
Soluciones similares permiten a los casinos ofrecer mejores servicios a los VIPs.
El reconocimiento de rostros ha demostrado ser extremadamente valioso para la verificación de identidad en situaciones en las que previamente se requerían contraseñas o identificaciones: ingresar al lugar de trabajo, completar transacciones financieras, registrar votantes, embarcar, distribuir beneficios sociales y más.
La gente necesita poca instrucción para usar tales sistemas, ya que prácticamente no se requiere un contacto cercano entre el hombre y la máquina. Esto también hace que el equipo sea más fácil de mantener en orden.
Cada vez más organizaciones confían en el reconocimiento facial para rastrear la asistencia y el horario de los empleados, pero la tecnología es capaz de hacer algo más que la rutina de entrada / salida de reloj.
Los modernos sistemas de gestión de la fuerza de trabajo integran el reconocimiento facial para calcular la nómina, aumentar la productividad o incluso evaluar la satisfacción laboral (con el reconocimiento de la expresión facial añadido a la mezcla). Hitachi anunció un analizador de aliento que utiliza el reconocimiento facial para ayudar a los servicios de taxis japoneses a garantizar que sus conductores cumplan con las estrictas políticas contra el alcohol.
Al igual que con la gestión de la fuerza de trabajo, las instituciones educativas pueden utilizar sistemas de reconocimiento facial para rastrear la asistencia de los estudiantes. Sin embargo, es en la educación a distancia que el valor de la tecnología realmente brilla.
En un intento de aumentar la eficacia de sus programas de eLearning, la Escuela de Negocios de París probaran un nuevo sistema basado en la IA para supervisar la atención de los estudiantes durante las clases de video. Usando la webcam del estudiante para analizar los movimientos oculares y las expresiones faciales,
La solución determina de manera inteligente los lapsos de atención y cuestiona al estudiante sobre el material que supuestamente ha perdido.
En los EE.UU. un número de empresas están agregando el reconocimiento facial a las soluciones de supervisión para mantener a los estudiantes remotos honestos durante los exámenes en línea.
El reconocimiento facial está haciendo olas en todo el mundo como una herramienta eficaz para encontrar personas desaparecidas y víctimas de la trata de personas.
Al igual que cualquier tecnología biométrica, el reconocimiento facial está vinculado con debates sobre la privacidad de los datos.
Los datos biométricos mal asegurados pueden ser robados y reducir el daño resultante es más complicado que restablecer una contraseña. En una nota diferente, los defensores de los derechos civiles advierten que la rápida mejora del software y hardware de reconocimiento facial pronto eliminará cualquier obstáculo a la vigilancia nacional realizada sin el conocimiento de los sujetos.
Alrededor del mundo, la legislación biométrica varía mucho, desde nuevas adiciones detalladas a regulaciones obsoletas promulgadas hace más de una década.