La inclusión de la función de GPS (sigla de sistema de posicionamiento global) en los celulares con más prestaciones genera un nuevo mundo de oportunidades hasta hace poco impensadas. En los últimos meses la explosión de Foursquare , la aplicación que permite hacer "check in" en miles de lugares, sumada a la posibilidad de que cada tweet que se emite en Twitter incluya el lugar desde el que se lo envía y al avance de Facebook para incluir en su red geolocalización, generó una realidad que hubiese resultado poco creíble hace un puñado de años. Ahora con apretar un botón se puede saber dónde están nuestros amigos, cuándo pasaron por ahí y cómo les fue.
Esto abre una serie de oportunidades para los usuarios, sea para participar en juegos (la base original de Foursquare ), para decirles a sus familias dónde están ( Latitude o Glympse ) o para ser premiados por las empresas por su fidelidad a un local determinado ( Google Shopping o Foursquare).
A comienzos de 2009 Google lanzó Latitude, quizás la madre de esta segunda ola de productos de geolocalización después de la que fue impulsada por Dodgeball en 2000 (de los mismo creadores de Foursquare) que por haber llegado demasiado temprano fracasó. En Latitude la firma de California permite que los usuarios avisen, a los contactos que elijan, su posición constantemente.
El auge de estas aplicaciones presenta, por lo menos, dos temas para pensar: cómo se cuida la privacidad y cómo la seguridad. Las desarrolladoras se defienden, con algo de razón, diciendo que si no querés participar no lo hacés. En cuanto a la seguridad, basta recordar el hit internacional del sitio Please Rob Me que sólo unía la información de Foursquare y les hacía decir a sus usuarios "no estoy en casa, róbenme". Una muestra de la preocupación sobre el tema.
Aún no se han reportado casos de robos en la Argentina relacionados con geolocalización, pero el uso consciente de las nuevas aplicaciones -que debe ser impulsado por los desarrolladores de las aplicaciones- es clave para el mundo que se viene. Este es el comienzo y así como ya no existe la privacidad como la conocíamos hace diez años, estas herramientas modificarán nuestra manera de interactuar mientras aprendemos a manejarlas. No hay otra opción, no hay manual de uso. Hay que hacerlo al andar seguido de cerca por los satélites.
Visto : Lanacion.com
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