La revolución tecnológica acaecida en los últimos años ha facilitado las labores del hombre en todos los ámbitos de la vida, y la caza es uno de ellos.
A punto de sobrepasar la primera década del siglo XXI, no es exagerado afirmar que salir de caza hoy ya no es lo que era. Se mantiene inalterable el espíritu de comunión con la naturaleza y la emoción del lance cinegético, pero hoy el cazador dispone de herramientas y accesorios que le facilitan enormemente la jornada en el monte. Desde el arma que porta y empuña hasta las prendas que viste y calza, pasando por el vehículo que le acerca hasta el coto han experimentado un auténtico salto tecnológico, por no hablar de los últimos dispositivos electrónicos que otorgan posibilidades hasta no hace mucho imaginables tan sólo en las películas de ciencia ficción.
En el caso de las armas, hay que hablar de una evolución dispar en función del tipo de escopeta o fusil. Entre las escopetas, la yuxtapuesta es quizás la que menos cambios han experimentado con el paso del tiempo. Está considerada el arma por excelencia de los cazadores. "Su sistema viene siendo el mismo y, si acaso, la novedad es que ahora hay algunas a las que le ponen choques intercambiables que eso antes en las yuxtapuestas no existía, pero vamos, en realidad han evolucionado muy poco", explica Fernando Tello, representante de la Federación de Caza. Por contra, la escopeta superpuesta presenta novedades de mayor calado.
La utilización de aleaciones muy ligeras ha conseguido reducir su peso desde los 3,4 hasta los 2,7 kilogramos, una diferencia en absoluto despreciable en jornadas de caza de cuatro o cinco horas de caminata.
Cabe mencionar también una cierta evolución en la factura de la escopeta, los materiales utilizados y la tecnología. Ahora hay modelos superpuestos con los dos cañones separados o unidos por una banda perforada y prácticamente todas llevan choques intercambiables, que permiten elegir entre un disparo más cerrado o más abierto en función de la distancia a la que se encuentre el objetivo.
Por último, cabe hablar también de una importante evolución en el tercer modelo de escopeta, el semiautomático, el más comercializado en la actualidad. Fueron las primeras escopetas en incorporar choques intercambiables y antes, con el sistema de muelles, resultaban mucho más pesadas. Después se dio paso a un sistema de gases que ahora convive con el inercial. Para este experto cazador, este último "ha evolucionado mucho y tal vez sea el que más me guste, porque creo que es el que mejor funciona, no tiene problemas de limpieza, no se depositan residuos en la tubera de evacuación de gases y es más fiable que el de muelles". Cada cazador, sin embargo, tiene sus preferencias en este ámbito.
RIFLES MUCHO MÁS LIGEROS.
Y en lo que a rifles se refiere, hay que hablar de una evolución en el tiempo que ha derivado también en armas más ligeras y manejables. Sigue imperando el rifle de cerrojo, basado en el sistema Mauser, que destaca por su precisión, su fortaleza y una enorme fiabilidad. Rifles de cerrojo de calibres potentes que pesaban más de 3,5 kilos han evolucionado y pesan hoy entre 2,5 y 2,8 kilogramos. En las batidas de jabalí se utiliza también el rifle semiautomático, que permite disparar sucesivamente.
Las firmas se preocupan por introducir en el mercado armas con una presentación muy atractiva, cuestión esta que ha estado estancada durante muchos años. La introducción de nuevos materiales, como el titanio en los cerrojos, las bandas de grafito en los cañones o el plástico en sustitución de la madera son algunas de las novedades más importantes del último lustro.
PROYECTILES.
Por su parte, los proyectiles han ganado en tamaño y sus puntas son mucho más variadas: blandas, duras o intermedias, dependiendo del tamaño y de la distancia a la que se encuentre la pieza. A los cartuchos de escopeta también les ha sentado bien el paso del tiempo, pues ahora son más rápidos, alcanzando velocidades de hasta 400 metros por segundo. Se ha innovado mucho en el tipo de plomo que se utiliza. Por otra parte, las pólvoras han cambiado muchísimo. Las de ahora consiguen que el cartucho tenga una mayor velocidad y una mínima presión, dando lugar al cartucho perfecto. Además, hay pólvoras inalterables a la temperatura con lo que el resultado del disparo es idéntico independientemente de que éste se produzca a dos grados o a una temperatura de 40 grados centígrados.
PRENDAS.
Pero si hay un aspecto en el que la evolución de la caza resulta llamativo, ese es el de la vestimenta. De las pesadas, incómodas y poco eficientes prendas de los años 40 y 50 de la pasada década, se pasó a las confeccionadas en lana de loden, un tejido mucho más agradable y resistente al agua, a la par que ligero y silencioso.
Ropas menos pesadas, de más abrigo e impermeables, pero que obedecían a la moda centroeuropea, cuyo diseño no casaba mucho con el gusto español. El cazador Fernando Tello lo recuerda con humor: "Eran pantalones de importación que resultaban cómodos para andar, pero tenían un inconveniente, que en las gasolineras nos miraba todo el mundo, porque ibas vestido con un pantalón hasta la rodilla y con unas medias gordas".
Superadas aquellas diferencias de diseño, hay que reconocer que 40 años después de su aparición, las prendas de loden siguen siendo hoy perfectamente válidas para según qué tipos de lance, como la caza en puesto, pues son silenciosas, cálidas y confortables. Aunque todo lo anterior se ha visto superado por el poliéster, gracias al cual las prendas son realmente ligeras, impermeables y transpirables. "Gore-Tex fue la primera marca, a la que luego le salieron multitud de imitadores, ahora hay muchos tipos de membranas, muchas fábricas han desarrollado la suya propia", comenta al respecto Fernando Tello.
Las primeras prendas pertenecientes a este último escalafón en la vestimenta del cazador datan de hace 15 años, si bien el último lustro ha sido definitivo, pues se han conseguido membranas muy agradables en su terminación, mucho más transpirables y silenciosas. Cazar hoy, pues, sigue siendo una actividad igual de emocionante que antaño, pero más cómoda y placentera.
OTROS AVANCES.
Visores. La revolución ha llegado de la mano de los cristales orgánicos, luminosos y más ligeros que los minerales.
Retículas. La caza nocturna ha experimentado un importante salto con la incorporación de retículas mucho más visibles y con mayores posibilidades de corrección del tiro a distancias variadas.
Medidores de distancia. Dotados de sistema láser y microprocesador capaces de indicar a qué distancia se encuentra la pieza.
Tecnología GPS. La comunicación vía satélite es de gran utilidad para los nuevos localizadores de perros, cuyos aparatos están desplazando a los que utilizan radiofrecuencia, mucho más limitados.
Visto : Heraldodesoria.es
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