Tu Smartphone te está haciendo estúpido.

Te encierras en una sala de estudio en el segundo piso de la biblioteca de tu universidad, rodeado de tomos polvorientos y personas a quienes les encanta besar, y procedes a trabajar en tu tesis de posgrado. Desafortunadamente, no te deshiciste de la mayor distracción para estudiar: tu teléfono inteligente. Apagarlo puede evitar que se distraiga, pero es mejor que lo tire por la ventana. Pensándolo bien, solo déjalo en casa.

Eso es lo que sugiere un estudio de la Universidad de Chicago después de descubrir que tener su teléfono inteligente cerca no solo lo distrae de la tarea en cuestión, sino que también reduce su capacidad para manejar acciones cognitivas más complejas, como recordar y procesar datos. Para aquellos que dependen de su teléfono inteligente para la mayoría de las cosas (por lo tanto, todos) los efectos en su capacidad cognitiva pueden ser más graves.

Los investigadores pidieron a los participantes que mantuvieran sus teléfonos silenciosos visibles en un escritorio, en un bolsillo o en una bolsa, o en una habitación separada. Luego realizaron pruebas en una computadora para medir la capacidad cognitiva, una llamada tarea de la Operación de operación automatizada que mide la capacidad de la memoria de trabajo, otra llamada Matrices progresivas estándar de Raven , que mide la inteligencia de fluidos.

El problema se deriva de que su cerebro utiliza un poco de su capacidad cognitiva para mantenerse en el camino cuando sabe que su teléfono está justo a su lado, suplicando que lo toquen. Se complica cuando algo así como una notificación atrae su atención, lo que hace que piense en lo que realmente significa esa notificación (mensajes de texto de la familia, correo electrónico de un jefe), enviar su cerebro a una tangente que distrae de su objetivo principal.

Los resultados mostraron un caso sorprendentemente sólido para dejar su teléfono en otro lugar cuando desea desempeñarse bien en una tarea. Los dos grupos de participantes que mantuvieron los teléfonos cerca, ya sea en un escritorio o en una bolsa, mostraron una capacidad de memoria de trabajo más baja (la capacidad de recordar información temporalmente) y una inteligencia fluida funcional más baja (la capacidad de resolver nuevos problemas y ver patrones).