Mira a tu alrededor la próxima vez que estés en un restaurante. Verá niños pequeños en iPads, niños que publican en Instagram y adultos cuyos teléfonos están colocados justo al lado de sus platos, listos para ser recogidos en el primer momento, zumbido o timbre.
Muchos de nosotros lamentamos cómo la tecnología ha cambiado nuestras vidas, pero ¿es realmente malo para nosotros? Y, si es así, ¿qué se puede hacer al respecto?
Echemos un vistazo a lo que la ciencia nos dice sobre los efectos de la tecnología en nuestra salud mental:
• Un estudio realizado en la Universidad de Duke encontró que, en los días en que usan más la tecnología, los adolescentes en riesgo experimentaban más problemas de conducta y síntomas de TDAH más altos en comparación con los días en que usaban menos tecnología. Por otro lado, el estudio también encontró que esos mismos adolescentes experimentaron menos depresión y ansiedad en los días en que utilizaron más la tecnología.
• Un estudio de la Universidad de Michigan encontró que el uso de Facebook llevó a una disminución de la felicidad y la satisfacción general con la vida.
• Las investigaciones realizadas en la Universidad de Gotemburgo en Suecia encontraron un vínculo entre el uso intensivo de teléfonos celulares en adultos jóvenes y los síntomas depresivos.
• Un equipo de investigadores australianos realizó dos estudios y descubrió que el uso compulsivo de Internet por parte de adolescentes conduce a una salud mental más deficiente.
• Un estudio de Swansea University encontró que los usuarios pesados de internet experimentan síntomas psicológicos de abstinencia cuando dejan de usarlos.
Esos estudios plantean algunos puntos interesantes, pero también plantean más preguntas. Por ejemplo, ¿la tecnología tiene el mismo impacto en niños, adolescentes y adultos? ¿O es más perjudicial para el cerebro en desarrollo? ¿Cuánto tiempo de pantalla es demasiado tiempo de pantalla? ¿Y algunas formas de tecnología, como las redes sociales, son peores que otras, como responder correos electrónicos de trabajo?
El hecho es que la tecnología ha evolucionado tan rápido que todavía no lo tenemos todo resuelto. Para estar seguros, habrá muchos más estudios en marcha que nos ayudarán a comprender mejor cómo la tecnología afecta la salud mental.
Mientras tanto, sin embargo, no hay duda de que las tabletas, los teléfonos celulares y las computadoras están aquí para quedarse. Pero hay algunos pasos de sentido común que todos podemos tomar, y que los expertos recomiendan.
Tim Ferriss, el autor más vendido de the 4-Hour Workweek: Escape 9-5, Live Anywhere, y Join the New Rich, ofrece estos consejos:
• Si su estilo de vida lo permite, mantenga su teléfono escondido y verifíquelo a las horas designadas a lo largo del día en lugar de tenerlo disponible de inmediato en todo momento.
• Deje su teléfono en casa un día a la semana. "Se sentirá como unas vacaciones de dos semanas", dice Ferriss.
• El chocolate es malo para ti si comes demasiado. Beber demasiado alcohol también es malo. Quizás necesitamos aprender a ver la tecnología de la misma manera.
Todos sabemos que nuestra salud física es importante, pero es fácil pensar que nuestra salud mental es una preocupación secundaria, que debemos cuidar. Pero la realidad es que las condiciones como la depresión y la ansiedad son altamente tratables. ¿La clave? De hecho, necesitas ser tratado para mejorar.