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La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, ha advertido que una toma de control china de TSMC, el principal fabricante de chips por contrato del mundo en Taiwán, sería "absolutamente devastadora" para la economía estadounidense.
Raimondo hizo estas declaraciones el 8 de mayo de 2024, en una audiencia en la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre el impacto potencial de tal evento. Señaló que Estados Unidos depende en gran medida de TSMC para sus chips de vanguardia, y que una pérdida de acceso a esta tecnología tendría consecuencias nefastas para una amplia gama de industrias, desde la electrónica de consumo hasta la defensa.
TSMC produce la mayoría de los chips más avanzados del mundo, y es un proveedor fundamental para empresas como Apple, Qualcomm y Nvidia. La empresa también es crucial para la seguridad nacional de Estados Unidos, ya que sus chips se utilizan en una amplia gama de sistemas militares.
Una toma de control china de TSMC daría a China el control sobre la cadena de suministro mundial de semiconductores, lo que le otorgaría un enorme poder económico y político. También podría suponer un grave riesgo para la seguridad nacional de Estados Unidos, ya que China podría utilizar su control sobre TSMC para interrumpir el acceso de Estados Unidos a chips críticos.
Las advertencias de Raimondo se producen en un momento de crecientes tensiones entre Estados Unidos y China. En los últimos años, ambos países se han visto envueltos en una guerra comercial, y también han discrepado sobre una serie de otras cuestiones, como los derechos humanos y la seguridad cibernética.
La posibilidad de una toma de control china de TSMC es una grave preocupación para Estados Unidos y sus aliados. Si se produjera tal evento, tendría un impacto profundo en la economía mundial y en el equilibrio de poder geopolítico.
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