A menos que seas un experto en cámaras, es probable que te sorprenda que la fabricante japonesa de electrónica Ricoh -- una compañía más conocida por sus copiadoras, impresoras y otros equipos de oficina -- fue la primera en lanzar una cámara de bolsillo (point-and-shoot) dirigida al mercado de consumo para hacer imágenes esféricas: la Ricoh Theta.
Cuando se anunció en octubre de 2013, la Theta definitivamente cayó en territorio "producto de nicho", pero ahora con la explosión de equipos para la realidad virtual y otros dispositivos para capturar fotos y video en 360 grados, parece que Ricoh vio una categoría en desarrollo mucho antes que firmas como Nikon y Samsung. Aquellas empresas y otros apenas están en torno al lanzamiento de sus primeras cámaras de 360 grados, mientras que Ricoh ya está en su tercera, con la Theta S.
El diseño no ha cambiado mucho desde el original. Usa dos lentes de ángulo ultra ancho para capturar una imagen completamente esférica cuando se "cosen" juntas en la cámara. Para la S, tiene lentes f 2.0 individuales con óptica plegada que permiten una trayectoria óptica más larga, manteniendo el cuerpo pequeño y todavía haciendo espacio para sus dos sensores de 12 megapixeles, de 1/2.3 pulgadas que se combinan para producir imágenes esféricas de 14 megapixeles (resolución 5,376x2,688 pixeles JPEG equirrectangular). También puede grabar video con sonido estéreo esférico en Full HD a 30 cuadros por segundo por un máximo de 25 minutos. (Técnicamente, sin embargo, la resolución es de 1,920x960 pixeles).
Mientras que definitivamente me gusta el diseño por su sencillez y comodidad, las lentes están muy expuestas cuando la cámara no está en uso, por lo que realmente tienes que asegurarte de guardarla bien en su bolsa protectora (incluida) para mantenerla libre de arañazos. Además, el cuerpo sellado significa que no se puede reemplazar la batería ni aumentar el almacenamiento. Los 8 GB de memoria pueden almacenar hasta 1,600 fotos o alrededor de una hora de video a resolución completa. La duración de la batería es un poco más difícil de determinar en función de su uso, pero Ricoh lo evalúa en 260 fotos con el Wi-Fi encendido y con un disparo tomado y transferido a un dispositivo móvil cada 30 segundos.
Tomar una foto o filmar un video rápido no puede ser más sencillo: Enciende la cámara con un botón en el lateral y pulsa el disparador. Dado que las imágenes son esféricas, ni siquiera realmente tienes que apuntar a nada si sólo estás tratando de capturar la escena a tu alrededor. Pero eso también significa que todo el tiempo que estás sosteniendo la cámara, tú estarás en la toma. Y, debido a que el disparador está directamente debajo de una de las lentes, el pulgar y el resto de tu mano parecen mucho más grandes de lo que deberían ser. Es aquí donde el el Wi-Fi y el self-timer (disponibles con una actualización del firmware) son muy útiles.
El Wi-Fi de la cámara Theta se inicia tan pronto activas la cámara pero también hay un botón para encenderlo y apagarlo. Puedes conectarte a la cámara con un dispositivo iOS o Android al igual que harías con cualquier otra red inalámbrica y luego usar el app Theta S para controlar la cámara, cambiar la configuración y ver y transferir fotos o videos a tu teléfono o tableta.
El usar tu teléfono para controlar la cámara hace posible que te alejes de la toma de la foto (o video) si no quieres aparecer ahí. Vas a ver una previa en vivo de tus fotos, pero no del video. Puedes, sin embargo, conectar la cámara a una computadora usando un USB o un HDMI o para ver un streaming en vivo.
FUENTE : CNET.COM
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